Cuando Rusia se vio envuelta en la Segunda Guerra Mundial se encontró con que necesitaba instrumentos ópticos para el Ejército Rojo. Los principales proveedores de estos instrumentos ópticos eran empresas del Eje, como Zeiss, Leica, Canon, Nikon, Pentax y Fujifilm. Eso condujo a la fundación, el 1 de febrero de 1942, una planta óptica estatal conocida como Krasnogorsk Mechanical Works o KMZ en Artemovsky, Sverdlovsk
Cuando Rusia ocupa Alemania después de ganar la WWII se encuentran con la fábrica de Carl Zeiss en Jena, dentro de lo que fue la Alemania Oriental. De esa fábrica los rusos no solo se llevaron equipos, se llevaron las fórmulas de diseño de los lentes Zeiss Biotar. A partir de ahí comienza la historia a la que vamos
Todo comienza con el Zeiss Biotar 58mm f/2
El objetivo soviético más popular fue el Helios 58 f/2, una copia low cost del Biotar 58mm f/2 diseñado por el Merté en 1936. Este objetivo contaba con 6 elementos con 3 elementos exteriores. Este objetivo Biotar fue muy popular y apreciado por su rápida apertura y calidad de imagen, que superaba a la mayoría del mercado en aquella época.
El Helios 44-2 palidece ante el Carl Zeiss Biotar 58mm, mejor construido y más nítido. Sin embargo, el Helios tenía virtudes notorias, era bastante nítido en el fondo y tenía un bokeh particular, que parecía extraido de un sueño, un bokeh donde se producía la impresión de un remolino alrededor de la imagen.
KMZ produjo en masa este objetivo y lo vendió a un precio significativamente barato. Siendo un lente de metal y plástico duro, con un precio barato y millones de ellos en circulación no sorprende que aun tenga una comunidad de usuarios.